Lucia Ares

En mi pintura, el proceso es lo más importante. Por encima incluso del resultado final. Mientras la obra fisica resuelta es algo fijo y
estable, el proceso se mantiene en permanente estado evolutivo, manteniendo la obra viva. Explorar, investigar y analizar, tanto la
superficie como el material con el que se trabaja. Ese estado de constante descubrimiento permite ampliar recursos plásticos, deja puertas
abiertas, expande posibilidades, añade puntos suspensivos o un “continuará”. Mi pintura es orgánica, es naturaleza plástica, está en estado
palpitante, en constante cambio. Habla de cómo los accidentes, los hechos espontáneos, lo incierto se conforman como parte del proceso
y de la obra definitiva, como ocurre en la propia vida. Mis pinturas hablan de delicadeza, de fuerza, de silencios y de gritos, en una constante
l u c h a p o r e l e q u i l i b r i o c o m p o s i t i v o . A m e n u d o s e a l t e r n a n a m p l i a s m a n c h a s d e c o l o r, m u y d i l u í d a s , c o n t r a z o s c o n t r o l a d o s ,
mátericos e insistentes. que permiten atisbar un paisaje indete rminado, una distracción perceptiva.
En mi pintura, el tema no es otro que la propia pintura. La representación de un motivo concreto, perceptible o reconocible,
carece de valor. Lo verdaderamente importante y objeto de mi búsqueda es la pintura como lenguaje propio, ahondar en los propios códigos del
idioma plástico.
Busco la esencia de ese lenguaje, donde la elección de los diferentes elementos que lo componen, como la armonía, el ritmo, la composición, la
textura, etc.. son parte de un juego que describe mi propia per sonalidad.